Ha salido el sol en la hermosa ciudad de Ottawa, la gente está en la calle y el aire huele a primavera. Por fin estamos en mayo y comienza mi evento favorito: el Festival del Tulipán. Los tulipanes florecen por todas partes en la capital canadiense. Y la historia del porqué es maravillosa.

La historia se remonta a la Segunda Guerra Mundial, cuando los Países Bajos se hallaban bajo ocupación, soportando inmensos sufrimientos. En 1940, la Princesa Juliana de Holanda y sus dos hijas, la Princesa Beatriz y la Princesa Irene, se refugiaron en Ottawa y permanecieron allí hasta el final de la guerra. Durante su exilio, la Princesa Juliana dio a luz a su tercera hija, la princesa Margriet. Para que la nueva princesa mantuviera exclusivamente la nacionalidad holandesa, parte del Hospital Cívico de Ottawa fue declarado suelo holandés. La familia real holandesa permaneció en Ottawa hasta la liberación de Holanda en 1945, liberación en la que las tropas canadienses jugaron un papel fundamental.

Como gesto de gratitud y amistad hacia Canadá, la reina Juliana de Holanda envió 100.000 bulbos de tulipán a Ottawa en 1945. Los bulbos se plantaron en el Parque del Comisario de Ottawa, marcando el comienzo de lo que más tarde se convertiría en el Festival del Tulipán. Cada año, Holanda sigue enviando tulipanes a Canadá, lo que ha convertido a los tulipanes en un símbolo de amistad entre ambas naciones.
El primer Festival del Tulipán oficial se celebró en 1953. Con el tiempo, el festival fue creciendo en alcance y popularidad, atrayendo a visitantes de todas partes. El pintoresco paisaje de Ottawa, adornado con millones de tulipanes se convirtió en un símbolo de esperanza, paz y unidad internacional.
El Festival del Tulipán, como se conoce hoy en día, ha crecido más allá de las fronteras de Ottawa. Otras ciudades de Canadá, como Vancouver, Edmonton y Halifax, también han adoptado el festival, creando sus propios eventos florales. La gente pasea entre miles de hermosos tulipanes, tomando fotos y disfrutando del sol y del bello paisaje.
Me encanta la historia del Festival del Tulipán: es una historia de gratitud, amistad y belleza de la naturaleza. Simboliza el fuerte vínculo entre Canadá y los Países Bajos y es una forma estupenda de recibir la primavera.
Comments